Con el dominio de la Nube en las organizaciones, es difícil imaginar los problemas que antes eran comunes en el área de las TI; entre otros, existía una baja prioridad en materia de crear respaldos y podían transcurrir meses antes de poder incrementar la capacidad de un servicio activo. Aunado a ello, esa inversión podía resultar contraproducente en los meses siguientes, producto de una demanda reducida.
Comparativamente, esta solución digital permite una mejor anticipación de los cambios del mercado, fomenta la innovación tecnológica y aprovisionar a las empresas de recursos tecnológicos en un lapso de tiempo menor. Por ende, no es de sorprenderse que Gartner haya calificado a la Nube como una de las soluciones TI más disruptivas en la historia de las tecnologías digitales.
Sacar el mayor provecho de esta tecnología recae en conocer su funcionamiento básico y sus modelos de servicio. En esencia, los beneficios de la Nube se ofrecen en tres presentaciones: como servicio (SaaS), como plataforma (PaaS) o como infraestructura (IaaS).
Software como servicio (SaaS)
A manera de simplificación, si las modalidades de servicio de la Nube fueran capas, el Software como Servicio (SaaS) se encontraría en la parte superior. En esta etapa, el mantenimiento, gestión y labores especializadas de TI recaen en el proveedor y la empresa se remite a ser un usuario.
Sumamente popular y con un amplio mercado, este modelo de distribución permite que la empresa tenga acceso a diversas piezas de software destinadas a simplificar o potenciar sus procesos, sin necesidad de instalar o adquirir producto alguno. ¡Todo es por medio de la red!
Asimismo, ésta puede otorgar y revocar permisos a sus usuarios, a fin de que exista un ecosistema virtual en el que los equipos de trabajo accedan a la información de una manera segura y organizada.
Ventajas: Mantenimiento por parte del proveedor, no requiere de inversión o instalación inicial
Plataforma como Servicio (PaaS)
En ocasiones acoplada con la modalidad SaaS, los servicios de Plataforma como Servicio ofrecen mayor flexibilidad para el desarrollo de software. Éstas se ejecutan en la Nube y permiten un enfoque específico en el tema de la escritura de software, ya que la infraestructura corre por cuenta del proveedor.
Otro de los beneficios más relevantes es que trabajar en una plataforma homogénea reduce la barrera de entrada para los desarrolladores debido a que se parte de una interfaz amigable. Además, la colaboración a distancia se da por sentada en esta modalidad.
Ventajas: Todas las anteriores, más la simplificación del desarrollo de aplicaciones y colaboración a distancia
Infraestructura como Servicio (IaaS)
Partiendo del nivel inferior, la Infraestructura como Servicio pone los fundamentos digitales en manos de la empresa. Mientras que las labores de la virtualización de recursos y el manejo de servidores son tareas que aún recaen en el proveedor, el manejo de los sistemas operativos y middleware, así como los tiempos de ejecución son ahora parte de las operaciones del cliente.
Más que sólo escalabilidad, los servicios IaaS ofrecen un entorno elástico en el que se pueden hacer modificaciones específicas de entorno, crear lo que se conoce como “nube privada” y garantizar una alta disponibilidad mediante un sistema consolidado para la recuperación de datos.
Ventajas: Todas las anteriores, más gran elasticidad, disponibilidad y personalización del entorno virtual.
Cada una de estas modalidades responde a necesidades específicas empresariales. ¿Conoces las de tu empresa? ¡Ingresa aquí y encuentra la solución en la Nube que responda a lo que tu empresa busca!