El mundo está haciendo lo posible por detener el daño ambiental, bien sea con el uso eficiente de los aparatos electrónicos, con la reducción en el uso del papel o haciendo uso consciente del agua. Las empresas, por su parte, están haciendo lo propio, apostando a las Tic´s como forma de optimizar recursos y mejorar las gestiones.
Y aunque no todas las Tic´s son “ecológicamente amigables”, porque algunas aumentan la emisión de CO2 y de gases de efecto invernadero, otras como el Cloud Computing sí califican como eficiente y sostenible con respecto al medio ambiente. Es por ello que, la tendencia es que más y más empresas se sumen al uso del cloud computing buscando ahorro de inversión y costos en los sistemas informáticos, uso flexible de los recursos, capacidad de almacenamiento ilimitada y más. Un estudio de la consultora PWC reveló que 43% de las empresas en México planea mover datos sensibles a la nube en los próximos 12 a 18 meses.
De entre los beneficios que obtienen las empresas al migrar al cloud computing están: ahorro energético considerable, gestión centralizada y remota y la implantación y diseño de distintos tipos de estrategias de ahorro energético, gracias a la disminución del consumo de equipos informáticos y maquinaria.
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La forma en cómo trabaja la Nube para reducir o evitar la emisión de carbono, parte de cuatro preceptos:
El cloud frente a las demás TIC´s
Ecológicamente hablando, además del cloud computing hay otras tecnologías que son eficientes en el cuido del ambiente, como por ejemplo la computación grid, virtualización en centros de datos y teletrabajo.
El aporte de cada una de estas tecnologías contribuye a disminuir el daño ambiental, pues según un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Ecología, cada año en México se desechan entre 150,000 y 180,000 toneladas de basura electrónica, que incluye televisores, computadoras, teléfonos fijos y celulares, grabadoras y aparatos de sonido.