Desde su creación, internet ha evolucionado mucho y poco ha quedado de esa primera red estática, concebida para transportar unos cuantos bytes o para enviar un pequeño mensaje entre dos terminales. Hoy, cantidades infinitas de información son cargadas y descargadas en este gigante electrónico. Todos somos partícipes fundamentales, teniendo la posibilidad de generar contenidos y comentar los ya existentes.
Durante los últimos años, internet se expandió potencialmente para, con la incorporación de empresas privadas, organismos públicos y asociaciones mundiales, convertirse en la mayor red de ordenadores del mundo, formada por más de 50.000 redes, cuatro millones de sistemas y más de setenta millones de usuarios. Hoy, tenemos la posibilidad de enviar información de un lugar del mundo a otro en segundos, realizar presentaciones online, hacer transacciones monetarias y de comercio, compartir nuestras vidas a través de fotos, vídeos, sonidos y textos. Vivimos en una sociedad en red y globalizada, unida a través de las nuevas tecnologías. Internet es nuestra herramienta de interacción y día con día plantea también nuevos retos para la privacidad y la seguridad, pues en la sociedad en la que vivimos, las redes de información se han vuelto esenciales, pero ¿cómo han afectado estos cambios a las relaciones humanas? Internet ha cambiado el comercio, la educación, el gobierno, la salud e incluso la forma de relacionarnos afectivamente; podría decirse que está siendo uno de los instrumentos principales de cambio social en la actualidad.
Respecto a la economía, Internet es uno de los factores clave de éste ámbito en la actualidad. Nadie se puede permitir el lujo de quedarse rezagado. Con el creciente aumento del comercio electrónico en México, también aumenta el uso de dispositivos y el estar permanentemente conectados se ha vuelto indispensable. De la mano de esto, los usuarios necesitan sentir confianza y seguridad ya sea para comunicarse o hacer transacciones.
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El internauta mexicano realiza semanalmente 16 actividades diferentes en línea, lo cual lo coloca por encima del promedio a nivel global, pues en el resto del mundo son 13. Hoy en día, además, siete de cada diez internautas en México realizan compras por internet, siendo la practicidad uno de sus principales detonadores. La compra de productos, principalmente de electrónicos (55%), vehículos (38%) y ropa (31%); servicios de telecomunicación (38%), financieros (35%) y seguros (27%); así como la categoría de estilo de vida como viajes (34%), eventos culturales (29%) y restaurantes (21%) incrementaron sus ventas a comparación del año anterior. También se pueden encontrar patrones de ciertas compras que realiza un internauta preferentemente a través de un tipo de dispositivo; si bien las compras de proximidad como taxis, comida a domicilio y música, son realizadas a través de smartphones, las transacciones bancarias, pago de servicios, compra de boletos de avión, artículos electrónicos o reservación de hoteles suelen realizarse a través de computadoras. No obstante, las principales barreras para comprar en internet son la bancarización y la confianza, lo que nos lleva a pensar en la seguridad. Ésta es una parte fundamental de nuestras vidas y la mayoría de los usuarios de internet cada día son más conscientes de ello. Ejemplos del uso desafortunado de las redes sociales han sido noticia diaria en los últimos tiempos, incluyendo, desgraciadamente, casos de delitos cometidos comercializando datos personales o usando las redes sociales como instrumento. Los internautas mexicanos están plenamente conscientes de ellos, pues el 66% sabe que depende de ellos mismos aumentar las medidas de seguridad en línea.
Considerando la relevancia de Fintechs como principal medio de compra, estas pueden dar certidumbre en compras en línea, además de rapidez y practicidad. Se conocen como Fintechs a las nuevas aplicaciones, procesos, productos o modelos de negocios en la industria de los servicios financieros, compuestos de uno o más servicios financieros complementarios y puestos a disposición del público vía Internet. PayPal u Oxxo Pay son ejemplos de Fintechs en el comercio electrónico mexicano. Siempre y cuando éstas herramientas tengan servicio de atención y soporte al cliente, asegurarán un aumento en la confianza del usuario. Para muestra un botón, pues del total de los internautas mexicanos que compran por internet, el 78% piensa que su información sí está segura en la web. La confianza es clave para incentivar actividades en el internauta. Si hay confianza en internet y herramientas que la generen, habrá un incremento en acciones relevantes como transacciones y uso de redes.
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Por otra parte, el comercio electrónico (e-commerce) se ha convertido en facilitador de exportación de productos mexicanos, representando una oportunidad para pequeñas y medianas empresas que quieren ampliar su mercado fuera del País. Si bien el comercio electrónico en México ha tenido avances significativos, aún queda un largo camino por recorrer y existe una preocupación generalizada por apoyar la aceleración de la industria. La generación de espacios de networking y conferencias sobre los retos y oportunidades que presenta el sector, son determinantes para dar a conocer las mejores prácticas y superar las barreras de la transformación de la mano de los actores clave; usuarios de Internet, empresas, gobierno e instituciones financieras.
