Las instituciones que hacen un énfasis en el uso de la tecnología con el fin de fomentar en mejor manera el aprendizaje, se han definido como Smart Campus. La tecnología está arraigada cada vez más dentro de la sociedad, puesto que las tendencias como el internet de las cosas y la inteligencia artificial se desarrollan a pasos agigantados.
Pero esta entrada de la tecnología no solo se da en ámbitos sociales como empresas o industrias, desde hace un buen tiempo encontró su camino a la educación. Y como resultado toma ventaja para enriquecer a las instituciones en infraestructura y conocimiento.
De acuerdo con la ONU, la cuarta parte de los usuarios en internet o de dispositivos móviles es joven, y aunque utilizan la mayor parte de su tiempo en actividades de recreación como ver contenido en redes sociales o jugar en internet, también ayuda en el desarrollo de la enseñanza virtual y mejora el entorno físico de las instituciones educativas.
Y es por el hecho de que se están reconociendo los beneficios de la virtualización en ambientes educativos que cada vez más ciudades alrededor del mundo se inclinan por ella. Una escuela que le proporcione a los alumnos la oportunidad de aprender con dispositivos digitales entrará dentro del panorama innovador que está direccionado hacia el futuro.
Cabe recalcar que el hecho de que una institución o empresa dirija su empresa hacia la digitalización no significa que sea inteligente, la principal característica del término “smart” o “inteligente” es que mejore nuestras capacidades cognitivas y nos brinde conocimiento. Utilizar la tecnología de esta manera puede impulsar la productividad y crear individuos eficientes.
Ventajas y desventajas de un Smart Campus
Si se busca implementar la infraestructura de los Smart Campus se tienen que tener en cuenta los siguientes puntos:
Una solución para las Smart Cities
Anteriormente hemos hablado de lo que es una Smart City, son aquellas ciudades en las que se aplica una infraestructura tecnológica con la finalidad de que se utilice para desarrollar un ambiente sustentable, se incremente la calidad de vida de la sociedad y se haga buen uso de los recursos que tenemos a nuestra disposición. Cada vez son más países los que buscan sumarse a dicha infraestructura por todos los beneficios e innovaciones que ofrece.
Incluso en México ya existen estos proyectos, la IQ Smart City de Querétaro vio luz verde en 2014 y se espera que esté terminada en el 2020. Pero, aunque la idea de crear una Smart City puede ser benéfica para cualquier país que desee implementarla, existen ciertos inconvenientes para dicha transformación, como el dinero que se tiene que invertir en ello, hasta lidiar con el manejo de la población para que acepte dicho cambio.
Es por esto que las universidades han comenzado a poner a prueba los Smart Campus, ya que poseen la misma noción de una ciudad inteligente solo que en un sector más pequeño. Con esto estarán adaptando a las futuras generaciones al uso de la tecnología y los volverán consientes de las problemáticas sociales para así encontrar mejores soluciones.
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