Rompe las reglas y aprende cómo destacar y lograr el éxito laboral con estos consejos que te harán todo un líder en innovación.
Cuando hace algunas semanas en el equipo revisábamos el contenido y logística de un evento con clientes, buscábamos una frase que pudiera transmitir de una forma muy breve lo importante que es incentivar la innovación. Después de varios intentos, propuestas y borradores, Ana sugirió una frase de Jack Welch (ex CEO de GE y uno de los líderes de negocios más reconocidos del siglo XX), en la que todos coincidimos de inmediato: “Cambia antes de que tengas que hacerlo”.
Para nosotros, la innovación es la creación de valor, ya sea por medio de un cambio pequeño que pudiera por ejemplo, redefinir la experiencia con un cliente, o por uno con un impacto enorme que te puede hacer llegar a mercados nuevos o inclusive crear mercados que antes no existían. Sin embargo, antes de pensar en ese producto o servicio que te pondrá por encima de tus competidores, el primer gran paso que todo líder de innovación debe hacer, es diseñar y encender la maquinaria para promover y ejecutar estos cambios, con el objetivo de poner a la organización en un estado permanente de búsqueda de nuevas formas de valor, en una exploración constante de innovación.
En toda organización existen líderes de mente abierta, propositivos, creativos y dispuestos a asumir retos, ¿pero qué pasa cuando este líder es capaz de estructurar sus ideas de manera clara y logra concretarlas para el bien de su comunidad, sector u organización? Cuando un líder creador, es capaz de gestionar correctamente sus ideas y las de los demás, concretarlas y aplicarlas como innovación, se convierte en un generador constante de resultados extraordinarios.
Ante tales expectativas y con la experiencia que ha adquirido a lo largo de su historia en el ámbito de innovación, Alestra te presenta 6 consejos para que te conviertas en un líder innovador con las ideas claras y la creatividad a flote:
Éste es un viaje que quieres hacer acompañado. Identifica a aquellas personas dentro de tu equipo o fuera de él que serán tu red de ayuda; los entusiastas, los que les gusta tomar riesgos. Tanto en la vida como en los negocios, es importante rodearte de personas que te ayuden a lograr tus objetivos, no es necesario que piensen igual que tú, pero sí que compartan tus sueños.
La mayor parte de las personas adultas no se consideran creativas y relacionan este talento solo con artistas o diseñadores. Todos podemos ser creativos; desarrolla planes, incentivos y dinámicas para generar la confianza creativa de tu equipo. La creatividad es como un músculo que se debe trabajar y entrenar constantemente para que sea fuerte.
Es tentador querer hacer grandes cambios para buscar grandes resultados. Recuerda que parte de tu objetivo es transmitir tu visión al resto del grupo. Busca iniciativas que sean relativamente sencillas de implementar o que resuelvan problemas que no se han atendido por mucho tiempo, esto te permitirá generar confianza en el entorno para buscar y desarrollar iniciativas más relevantes.
Lo que menos va a ocurrir en este proceso es que las cosas se queden como están. Es importante que identifiques sinergias, conexiones, elementos que puedan robustecer o enfocar tu visión. Vigila constantemente los componentes de tu estrategia – nuevos y actuales – y determina cómo se conectan unos con otros, que cada uno de ellos enriquezca a los demás con el objetivo de generar más valor a las ideas e implementar más conceptos de valor.
Abre tu mente y la de tu equipo, busquen otras experiencias fuera de su entorno y toma conceptos de estas situaciones para tu empresa o producto; la naturaleza, diferentes industrias, cualquier inspiración puede resultar en una idea innovadora. Cómo un arquitecto podría tomar ideas de los bloques de LEGO para diseñar un aeropuerto o cómo un ingeniero se puede inspirar en historietas para hacer un brazo mecánico hecho en 3D printing.
Recuerda que las ideas pueden venir de donde sea y de quien sea, de igual forma existen muchos elementos para que una buena idea se convierta en un buen producto o servicio, y que aun así ese buen servicio o producto sea exitoso en el mercado. La innovación no acaba con las ideas, empieza con ellas y debe verse como un proceso constante en el que hay muchas personas involucradas, y cada una de ellas juega un rol vital en este proceso de generación de valor.
La innovación aplicada requiere de procesos que nos permitan llevar las buenas ideas al mercado en el que nos desarrollamos. Lo más importante es aprender a escuchar a todos y cada uno de los miembros de nuestro equipo y no desechar ideas, sino intercambiarlas, comprenderlas, enriquecerlas y estructurarlas de tal suerte que puedan contribuir a sustentar un avance inmediato en la transformación de nuestros sectores. Éste es precisamente el verdadero objetivo del proceso de innovación.